domingo, 1 de febrero de 2009

PROYECTO DE ACCION RENOVADORA

Introducción

La sociedad dominicana vive momentos estelares, de grandes dificultades, como resultado de la acción de un grupo gobernante indolente y sin escrúpulos; ante la inacción de una oposición que luce cansada, habida de renovación.

El P.R.D. como única contraparte opositora, en un sistema que después mas de dos décadas de multipartidismo a vuelto al bipartidismo; tiene la sagrada misión de reposicionarse el liderazgo nacional, perdido por la comisión de un conjunto de errores, tanto en el ejercicio de gobernar, como en las estrategias para reconquistar el poder y en la conducción propia de las estructuras partidarias.

Justificación del Proyecto de Acción Renovadora

El P.R.D. tiene una historia gloriosa en la sociedad dominicana, porque ha patrocinado los procesos democráticos de mas profundas raíces sociales, pero también estos procesos en ocasiones han sido abonados con sangre de sus mas fervientes militantes; hazañas estas que en su momento no han sabido ser agradecidas por la mayoría de los que han ostentado el poder en su nombre y representación.

El P.R.D. le ha sido legado por parte del pueblo, el derecho de representarlo con todos los poderes del Estado, sin embargo este tesoro no ha sabido ser apreciado por los detentadores del poder y en cambio lo han desperdiciado en medio de luchas de intereses, en la mayoría de los casos espúmeos.

El P.R.D. tiene una alta deuda social, acumulada durante cuarenta y siete años y quienes ostentamos la conducción del proyecto de acción renovadora entendemos que ha llegado la hora de comenzar a pagarla.

Es por eso que estamos llamando a ese liderazgo emergente, muchos de ellos jóvenes promisorios que sienten el deseo de desarrollar su talento en una organización política de oportunidades, pero que los que se sienten dueños absolutos de la organización, no los dejan pasar por temor a ser desplazados, y otros de ellos no tan jóvenes, pero si personas con una gran formación política, social, intelectual y humana que las han puesto a dispocisión del partido pero que sus lideres con características de caciques no han sido capaces de apreciar el valor de sus aportes.

También estamos llamando a los caciques, caudillos y líderes que tradicionalmente han llevado sobre sus hombros, la conducción del partido, para que depongamos actitudes negativas y elevemos acciones positivas, para que modernicemos el P.R.D. y lo convirtamos en instrumento de poder nacional, en beneficio de los perredeistas y de todos los dominicanos.

Los retos y oportunidades del P.R.D.

El P.R.D. tiene la gran disyuntiva de recomponerse como entidad política de la Republica Dominicana, mediante una apertura que permita que un liderazgo emergente asuma sus estructuras y mediante una acción renovadora fortalezca la organización y la ponga a tono con las estructuras sociales del país y el mundo; o desaparecer como entidad política.

Si se recompone, está destinada indefectiblemente a asumir nuevos roles y jornadas nacionales, desde los mecanismos del poder, contando con una nueva oportunidad para demostrar ser el Partido de la esperanza nacional, como lo soñó nuestro máximo líder y hoy guía espiritual, el Dr. José Francisco Peña Gómez

Si no se renova sucumbirá como organización política y marcará el fin del actual sistema de partidos de nuestro país, dando origen quizás a una dictadura de partido encabezada por el P L D o a un nuevo esquema encabezado por movimientos populares como han venido surgiendo en centro y Sudamérica, o cualquier otro esquema que niegue el actual sistema de partido.

Hacia la conducción del proyecto de acción renovadora

La necesaria renovación del P.R.D. no debe ni puede ser confiada a los mismos actores que, aún habiendo escrito paginas de oro en la historia del partido, hoy ya no representan el sentir de un pueblo que ha venido evolucionando en su pensamiento y sus preferencias mientras ellos (dichos actores) se han quedado atrapados en el pensamiento representativo de las gestas gloriosas del siglo pasado.

Las glorias cosechadas por esos actores no le hace acreedores del derecho de hacer colapsar a la organización, pues ellos también han cosechado los mejores frutos del partido mientras una Pléyada de hombres y mujeres que lo han dado todo desde las bases y los niveles medios del partido han visto sucumbir sus deseos y anhelos del progreso y bienestar al que se sienten merecedores como pago a la dedicación de una vida al servicio de las mejores causas.

Se hace necesario que el P.R.D. reasuma la dirección del estado con la misión de enderezar su curso operacional, el cual se encamina por senderos peligrosos, como fruto de la corrupción, la dilapidación y el concepto de botín personal como está dirigido.

Sin embargo, para pensar en dirigir bien el país, primero hay que modificar el pensamiento con que es dirigido nuestro partido, adaptándolo a la nueva conformación de la sociedad dominicana. Esta exigencia le da razón a la conformación de un proyecto de acción renovadora.

El necesario el relevo generacional en las estructuras partidarias, del que hablaba nuestro líder y guía, en los albores de los años noventa, con miras a un partido moderno para un nuevo siglo 21. El fin del caudillismo, en la dirección del país y en la dirección de los partidos políticos; en el caso del P.R.D., ha encontrado serios tropiezos.

Resultados de una dirección obsoleta:

El partido Revolucionario Dominicano ha sido gobernado en su estructura partidaria, por una Pléyada de líderes talentosos, que a la vez han sido los mismos que han ido a ocupar las posiciones electivas y por designación que nos han correspondido. Estos bien pudieran haber impulsado un desarrollo equilibrado de la organización y de la nación misma, pero su apego al continuismo ha degenerado en una disminución considerable de las simpatías del partido en el seno de los sectores mas pujantes de la población.
“El continuismo en la gobernación del Estado y en la dirección partidista, han impedido que la nación se beneficie con la cosecha de talentos y capacidades de las nuevas promociones humanas emanadas de las cátedras universitarias, la industria, el comercio, el magisterio, el liderazgo espiritual, la clase artística, las organizaciones no gubernamentales, el movimiento sindical, campesino las entidades humanitarias y de servicios y hasta de los valores preteridos, ignorados o sofocados dentro de los propios partidos” J.F. Peña Gómez. Discurso ante la cámara americana de comercio. Abril de 1994.

La presencia del caudillismo partidario mejor conocido en nuestro partido como “caciquismo” ha impedido la verdadera renovación del partido, pues esa cosecha de talento de la que hablaba el nuestro líder no se han inspirado a asumir la nuestra bandera partidaria al no ver en nuestra organización posibilidades para desarrollar sus conocimientos y habilidades.
Como resultado de esta realidad interna, hacia la parte externa, el partido ha ido perdiendo la credibilidad ante la mayoría de la población y desconectándose del pensamiento mas avanzado de nuestra sociedad.

Los nuevos actores del poder político

El poder político del partido y del país, debe ser confiado a hombres y mujeres que de acuerdo a su hoja de vida, hayan probado con su ejemplo de superación, que pueden actuar a favor de los otros “por los excluidos y por los olvidados”, lo que fueron capaces de hacer por si mismos.

Los nuevos actores del poder político deben ser portadores de un discurso moderno, con mensajes dirigidos a la juventud, las mujeres, los comunitarios y a todos los grupos organizados que convergen en la sociedad dominicana.

Las mujeres y la juventud, han perdido mayoritariamente la fe en nuestro partido y concomitantemente nos hemos desconectado de los grupos sociales, comunitarios y religiosos de la población. Ante tal situación el P.R.D. se ve en la impostergable necesidad de Integrar un liderazgo fresco, honesto y capaz en los distintos mecanismos de dirección del partido en el ámbito nacional, que le permita Reposicionarse frente a la población, recobrando la confianza en los líderes del partido las distintas provincias, municipios, Distritos Municipales y zonas del País.

Esencia del Proyecto de Acción Renovadora

El proyecto de acción renovadora representa los anhelos, deseos y aspiraciones, de todos esos héroes anónimos que engrosan de gentes los actos y manifestaciones; van a los colegios electorales, muchas veces desarmados ideológicamente y sin una seguridad real de que podrán disfrutar de las mieles de un posible poder conquistado por el partido; y son también los que en momentos de oposición resisten las ofertas tentadoras de los adversarios del partido.

El proyecto de acción renovadora debe contar con aquellos que por temores fundamentados en lo expuesto en las líneas precedentes o por zancadillas a sus acciones, no han dado un paso al frente, pero que deben entender que en sus manos se encuentra el futuro de nuestro partido.

Un proyecto de acción renovadora debe representar el rescate de los postulados del socialismo democrático y del pensamiento visionario de nuestro líder y guía, Dr. José Francisco Peña Gómez como pilares fundamentales para recuperar la confianza mayoritaria del pueblo dominicano.

Un P.R.D. renovado deberá recuperar el legado de nuestro líder, para legarnos una nación próspera y grande.

Para que el P.R.D. pueda lograr esto, debe de liberarse de odios e individualismos entre sus dirigentes y dirigidos.

Encarar los desafíos del futuro requiere de abandonar las costumbres que han llevado a los perredeistas a maltratarse y a perseguirse entre sí, aportándole a nuestros adversarios las herramientas con las que nos han combatido y vencido en los últimos años.

No es posible encaminarse exitosamente por la senda de la era tecnológica: la informática, la telemática con, la cibernética y el desarrollo de los medios de comunicación, con un instrumento partidario sumido en la obsolescencia, por cuanto el P.R.D. debe tener al frente dirigentes a tono con esa realidad.

Nuestro partido como pieza fundamental de la democracia dominicana tiene un compromiso que trasciende los objetivos partidarios, y es el de construir un P.R.D. moderno, que entone con el sentir de los diversos sectores del pueblo dominicano y es lograr que los dominicanos recobren la credibilidad en la clase política nacional.

Para el logro de este objetivo debemos Integrar un liderazgo que esté en condición de:

En el orden interno:

a) Cumplir y hacer cumplir los Estatutos generales del partido y sus resoluciones y ordenanzas e reinstaurar la disciplina partidaria.

b) Practicar la solidaridad y el compañerismo y el respeto entre dirigentes y militantes, eliminando los privilegios e individualismos y actuar con equidad, justicia y respeto a la institucionalidad partidaria.

c) Impulsar la transformación unitaria, la modernización, la renovación y el desarrollo del partido.

d) Reconocer el merito, la antigüedad y la entrega al trabajo de los cuadros políticos altos, medios y bajos, que lo han dado todo por nuestro partido.

e) Elaborar un sistema de gerencia política y administrativa que permita elevar la calidad del trabajo partidario en sus distintos niveles.

f) Resaltar los logros del partido en las distintas gestiones en la dirección del estado, tanto en el poder ejecutivo, como en los poderes legislativo y municipal.

En el orden externo:

a) Reconectar nuestro partido con los diversos sectores sociales, recobrando la supremacía en el liderazgo Político de la población dominicana

b) Insertar el partido en la discusión y análisis de los problemas de la comunidad haciendo aportes importantes para su posible solución

c) Fortalecer las relaciones con los comunicadores sociales y los medios de comunicación; acción orientada a crear una imagen respeto a la prensa y a recobrar la buena imagen del partido en dichos medios y la población.

d) Recuperar los espacios internacionales que nos legó el Dr. José Francisco Peña Gómez.

e) Integrar una boleta municipal y congresuel con los mejores hombres y mujeres de cada provincia, municipio y distrito municipal, sin lastre negativo como resultado de acciones negativas.

f) Integrar una boleta presidencial para el 2012 con un candidato que una dentro y sume afuera, accesible a los perredeistas y al pueblo, con un discurso resfrecante, esperanzador, modernizante y con accionar unitario.

En la Conducción del Estado:

Una vez lograda la confianza del pueblo para que lo gobernemos, tanto en le poder ejecutivo como en los demás poderes y en los municipios, debemos hacer una gestión donde los perredeistas se sientan parte de ella y que a través de los perredeistas se le de satisfacción a la sociedad en sentido general.

Los dirigentes a los distintos niveles del partido deben ser empoderados para que la población los perciba como verdaderos dirigentes solucionadotes de necesidades sociales. Pero en esos dirigentes debe primar la humildad y el don de gente.

Los funcionarios deben dejar a un lado la arrogancia, la prepotencia y deberán dedicarse a trabajar junto a todos los perredeistas, por el bien de la nación.

Si así lo hiciéramos, Dios, la patria y los Perredeistas nos lo agradecerán, de lo contrario, seguiremos oliendo el polvo de la oposición y el rechazo nacional.

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